Top 5 Pueblos - 1ª edición
El Valle de Arán es una comarca con carácter propio y una gran historia. Su arquitectura, llena de restos románicos hacen de este lugar uno de los más mágicos del Pirineo. Conocido por sus parajes frondosos, naturaleza en estado puro y sus preciosas montañas nevadas en invierno se convierte en el lugar perfecto para viajar en pareja, amigos o familia.
Os presentamos una nueva guía con 5 pueblos del Valle que, después de la retirada de la nieve, sacan a relucir sus tesoros más bonitos y naturales. Descubrirás lugares para visitar que no aparecen en otras guías, leyendas, historias y productos típicos del Valle para saborear en cada uno de ellos. En definitiva, una guía donde vas a conocer lo que es la verdadera belleza natural del Pirineo. ¡Al lío!
GARÓS
Garós se encuentra a 1.115m de altitud,
en la vertiente derecha del río Garona - al
pie de la montaña de Espiargo-.
Su situación privilegiada, rodeada de un
maravilloso entorno natural, ofrece a
todo aquel que lo visita una sensación
de adentrarse en un pueblo de cuento.
Con una arquitectura que se ha sabido mantener
en la construcciones de segundas residencias, con urbanizaciones tan reconocidas
como la Pleta de Garós o la de Sulià.
La población de Garós cuenta con 136
habitantes que varían durante la temporada turística.
Habitantes que en otra
época se dedicaban a la ganadería donde
las calles estaban repletas de gente trabajando en contacto con la naturaleza
acompañados del sonido de los cencerros.
Arquitectura y leyendas
Garós está plagado de historias y alguna bonita leyenda como la del legendario gigante Mandrònius - jefe de una tribu que habitaba el Arán - cuya historia puedes conocer en nuestra guía Historiasdel Valle de Arán. Paseando por sus calles llegarás a la iglesia, dedicada a San Julián - no sin antes haber atravesado el cementerio del pueblo -. La iglesia es de origen románico y tiene en su interior un imponente campanario con un reloj que fue cedido por la iglesia de Arties en 1952.Para toda la familia
Garós está atravesado por el Camin Reiau - antigua Vía Augusta de los romanos que comunica los pueblos del Valle - y que se convierte en una de las mejores maneras de conocer el Valle de Aran.Desde Vielha podemos realizar una excursión de aproximadamente 1,5 horas - ideal para hacerla en familia o amigos-. El sendero comienza por encima del palacio de hielo, pasando junto a Escunhau y Casarilh.
Desde Arties hay una senda de unos
2,5kms prácticamente sin desnivel
que pasa por delante de los baños de la zona y se adentra en esa localidad a través
del Camí des Banhs. Como propuesta gastronómica del pueblo de Garós destacaremos la “Mongeta
de Bossòst” - una especie de judía autóctona del Valle de Arán - que puedes degustar en la gran fiesta gastronómica que se
celebra en el pueblo, “Era Mongetada”.
Por último, y para hacer un buen regalo a vuestro paladar, mencionaremos dos
restaurantes del pueblo que son reconocidos entre los mejores del Valle de Arán.
• Eth Restilhé, símbolo del slow food
y recuperación del producto.
• Es Arraitzes, con la mejor selección de la
cocina peruana así como platos tradicionales de la cocina española con
técnicas actuales-.
UNHA
Unha es una pequeñísima localidad aranesa de 125 habitantes en la que destaca su particular belleza y tranquilidad. Se encuentra a poca distancia de Salardú, enclavado en el Norte, a unos 1.280 metros de altitud sobre el nivel del mar.
Es uno de los pueblos que mejor ha
mantenido la arquitectura del Valle
de Aran, siendo seguramente el paisaje
urbano más fotografiado del Valle.
Este pequeño pueblo guarda varios tesoros y uno de los edificios más interesantes de todo el valle: Casa Çò de
Brastet, un antiguo edificio señorial que
nos da la bienvenida al pueblo subiendo
por la carretera desde Salardú.
Construido en el año 1580, conserva puertas,
ventanas, saeteras y otros elementos defensivos que merecen la pena ver.
Otra de las grandes sorpresas que esconde el pueblo es su iglesia, dedicada a
Santa Eulàlia. Una muestra excelente del
románico del siglo XII y dónde se han descubierto muy recientemente pinturas en
su interior.
Una vez hayáis contemplado la belleza arquitectónica de Unha, no os dejará indiferentes los numerosos restaurantes que
encontraréis por el pueblo. Una deliciosa
oferta gastronómica donde degustar cualquier producto típico del Valle de Arán.
La terraza Eth Pui es el lugar perfecto para disfrutar de un ambiente de
pueblo, donde encontraréis productos
delicatessen típicos del Valle de Aran,
100% naturales y artesanales. ¡No dejéis
de visitarlo, especialmente en verano!
Nuestra propuesta gastronómica
Mermeladas de frutas de la Val d’Aran (cassis, moras, frambuesas, saúco …) y verduras de nuestras huertas (tomate, cebolla, calabacín…), patés, cocas tradi2 Receta Coquilhons cionales, pastas secas de almendras y coquilhons - una delicia típica del Valle de Aran elaborada a base de harina, huevos y azúcar- y de la que te dejamos la receta en nuestra guía descagable.
LES
El pueblo de Les, según cuentan sus habitantes, deriva del nombre de una divinidad termal aquitana, Lex. Cuenta con una población de unos 600 habitantes y está ubicado en las cotas más bajas del Valle de Arán, a 634 metros de altitud. Es el último de los pueblos en la N-230 antes de llegar al Pont de Rei, que delimita la frontera con Francia. Quizá por este motivo - su configuración de pueblo fronterizo - hace de Les un lugar con identidad propia que lo diferencia sustancialmente del resto de poblaciones del Valle.
Recorriendo sus calles llegaréis hasta la plaza del pueblo donde podréis contemplar el majestuoso Haro. Esta plaza se convierte en escenario de una de las tradiciones más bonitas y populares del Valle: la quema de “Eth Haro". Eth Haro es un árbol que mide entre diez y doce metros bajado de la montaña por los habitantes del pueblo y colocado en medio de la plaza, que con motivo de la verbena de San Juan, se bendice y se quema.
Llegado este momento surgen alrededor de la quema de “Eth Haro” otras bonitas tradiciones populares como la encendida de las “halhes” (o fallas), una especie de antorchas fabricadas con corteza que se hacen girar describiendo círculos y simulando la lucha para purificar y quemar los malos espíritus. La ceremonia finaliza con un baile alrededor del haro encendido, mientras se brinda con “vin caud”, vino caliente con una dosis generosa de ron, azúcar y frutas.
Sin dejar vuestro camino y tomando la calle Saviela (que sale desde la plaza del Haro) encontraréis las ruinas del antiguo castillo de los Barones de Les. Murallas que en el año 1.265 alojaron al Rey Jaume I. No muy lejos de allí, haciendo una leve caminata llegaréis hasta los antiguos baños de Les. Un pequeño paraíso de aguas benéficas del que ya disfrutaban los Romanos. Actualmente existe un moderno balneario que toma sus aguas
GAUSAC
Gausac se ha convertido en una zona residencial apreciada por su tranquilidad y por sus bonitas vistas hacia el Puerto de Vielha. Es una población que cuenta con 518 habitantes y está situada a 994m de altura.
Su casco antiguo conserva calles entrelazadas cuesta arriba donde se observan casas de piedra, y en sus laterales prados donde aún pacen tranquilamente los caballos. Su iglesia, dedicada a San Martín es un ejemplo de estilo gótico - poco común en el Valle - que destaca por su inusual campanario octogonal.
La iglesia aún conserva una bella pila bautismal y una reliquia de la Vera Cruz, de la que se cuenta una bonita leyenda donde un caballero venido de tierra Santa - que pasaba por estos lares con su caballo - decidió pedir acogida en una de las casas de Gausac. Después de una noche de tertulia contando hazañas con aquella buena gente que le había hospedado, ofrecido comida y cobijo a su caballo, se retiró a descansar. Al día siguiente y como muestra de su agradecimiento dejó un pedazo de cruz de madera, que según la tradición procede de la cruz de Jesucristo.
Gausac es un lugar ideal para realizar caminatas y excursiones de carácter familiar, como es la del Camino de la Baricauba, que arranca desde Gausac y que se adentra en el frondoso bosque -uno de los grandes tesoros del Valle de Ara -. A unos 4kms encontraréis Plan Batalher, un espacio donde descansar y comer ya que supone el área preferida de picnic y barbacoa del Valle de Aran.
VILAC
En medio de la falda de la montaña se divisa Vilac, ubicada en el antiguo emplazamiento del castillo de Vilach, a una altitud de 1.047 m. Es una de las fotografías más reconocidas del Valle de Aran, pues la niebla suele ubicarse a los pies del pueblo - más habitualmente a finales de otoño - y destacada por los primeros rayos de sol.
El castillo, hoy en día desaparecido, es descrito en 1613 como una fortaleza prácticamente triangular, con foso, puente levadizo, muro y contramuro, y una tercera puerta que era la del acceso al propio castillo. La planta basilical de la iglesia y, muy especialmente, su portalada denotan su origen románico “formada por cuatro arcos de medio punto en degradación, protegidos por un guardapolvo decorado con el típico ajedrezado jaqués (originario de Aragón)". Como muchas de las construcciones del Valle de Aran, evolucionan con el paso de los siglos. Su herencia gótica la podréis observar en su campanario, construido alrededor de los siglos XIV y XV.
Este antiguo municipio forma parte del de Vielha – Mijaran desde 1970. Su nombre podría ser de origen celta y también hay indicios de haber sido paso de los Romanos. La existencia de una farmacia que daba servicio a todo el Valle de Aran, y contar con la presencia de cura , médico, abogado, notario, juez y maestro denotan la importancia de esta localidad en el pasado (tercera en importancia del territorio), quizá porque su extenso término delimita con la mayoría de las localidades del Valle de Aran, concretamente con 30 de ellos . Hoy son sus habitantes son poco más de 200 personas. Desde la plaza de la iglesia se disfruta de un buen panorama del paisaje de Mijaran, al fondo, los lejanos montes de Sarraera y la ribera del Riu Nere.
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