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Mónica: tercera generación de Urtau | Café con LUDERNA

Mónica: tercera generación de Urtau | Café con LUDERNA

Con la intención de mostraros todos los secretos, historias y curiosidades del Valle de Arán, desde Luderna presentamos la segunda entrevista de "Un café con Luderna", un espacio para descubrir a algunas de las personalidades que han visto el desarrollo y la historia de a mi nuestro lugar del mundo favorito.


TABERNAS URTAU: UN "MUST" EN TODAS TUS VISITAS AL VALLE 


Con 3 tabernas en Vielha, Arties y Bossost, Tauernes URTAU se consolida como el bar/restaurante por excelencia de la mayoría de los que visitáis el Valle de Arán. Su nombre, como conoceremos en esta breve entrevista, resuena entre los Araneses y los turistas desde mediados del siglo XX. Y a pesar de los años, sigue siendo un referente en el sector fuera y dentro de las montañas que nos rodean.

Son las 11h00 en punto cuando Mónica nos abre las puertas de su oficina en Vielha. No ha podido recibirnos a pie de taberna, pero nos promete que podemos pasar a verla cuando queramos. Y es que el centro tecnológico de esta firma Aranesa tiene también mucho de trabajo "normal", del de lunes, café y ordenador. Según palabras de la propia Mónica " casi tengo más trabajo aquí que allí, que ya es decir".



Entrevistador -  "Mónica, te hago la pregunta que le hacemos a todo al mundo al empezar: cuéntanos quién eres y qué es lo que liga al valle"  

MÓNICA - "Madre mía -se ríe-. Pues empezemos por el principio: lo que me liga al valle es mi familia. Yo soy la 3ª generación de URTAU, que abrieron mis abuelos en 1963. En Arties. Nada que ver con lo que es hoy.  Al final en 1963 en el  Valle no había ni turismo. Somos más antiguos que la estación de esquí, que ya es decir mucho. Y ellos abrieron porque mi abuelo era ingeniero de minas. En ése momento había bastante explotación minera por aquí. Su familia eran ingenieros de minas e hidroeléctricos, y coincidió con la apertura de todos los canales de Endesa. El caso es que ellos se dieron cuenta de que había muchos trabajadores que no tenían ni donde comer, ni dónde ir a pasar el rato. 

Así que mis abuelos abrieron un bar restaurante con zona de juegos. Es algo que no sabe mucha gente. Y nada pues eso: los primeros años el negocio se encaró hacia un cliente que estaba aquí los meses de buen tiempo, trabajaban y al no tener a la familia en una época donde cocinaba mayoritariamente la mujer, no tenían dónde comer un plato caliente a un precio razonable. De paso, también, jugaban mucho a las cartas lo que se llevaba en aquella época, llegando algunas partidas a durar, como decía mi propia abuela, hasta 72h."


Entrevistador - "¿72h? ¡Madre mía!"

MÓNICA - "Pues sí. Al parecer se iban turnando para jugar y mi abuela les traía la comida poco a poco.
Eso fue el principio de Urtau. Luego llegó Baqueira, empezó a llegar el turismo al valle, nos fuimos adaptando al cliente y poco a poco, creo que fue en la década de los 90 introducimos los pintxos.
Vimos que cuajaban y ya pues abrimos en Bossòst y luego en Vielha."


Entrevistador -  "Vale, osea que el local de Arties es, digamos, el original. Luego ya después de sucesivas reformas es lo que es hoy, pero si quisiéramos ir a la esencia, al principio, tendríamos que ir allí... ¿No?"

MÓNICA - "Sí, eso es. Es el primero. De hecho tenemos clientes que son clientes desde el 63. Tenemos segundas y terceras generaciones de clientes en el local. Mi abuela (en paz descanse) había tenido clientes siendo niños y nosotros los conocimos ya de adultos, incluso con sus hijos. Entonces, está realmente genial, hay clientes que jugaban conmigo que hoy vienen con sus hijos. Es MUY gratificante."


Fundador Taberna Urtau
 El abuelo de Mónica, fundador de Tabernas Urtau, con Rafa (padre de Mónica)

Entrevistador -  "Y cuéntame más sobre ese principio de la historia del URTAU. Esa época en la que empezamos a ver entremezclados turistas y trabajadores. 'Esa prehistoria' de lo que es ahora el valle y de cómo se forja vuestra identidad"

MÓNICA - "Pues mira. Yo te voy a contar lo que contaba mi abuela. Ella siempre decía que tenía dos líneas de negocio: la del buen tiempo en la que tenía el restaurante y a los trabajadores, y la de la pequeña tienda que tenían aquí. Era un poco el 'Bazar del Naut-Aran'.  Había de TODO. Te vendía desde el trozo de carne hasta una carreta. Lo que la gente necesitaba, nosotros lo buscábamos y te lo entregábamos. Mi pobre abuela tuvo la desgracia de quedarse viuda muy pronto. Para que te hagas a la idea, mi padre (que era el mayor de la familia) perdió a su padre con 15 años."

Entrevistador -  "Menuda tristeza. Era una época difícil en la que salir adelante y ella, por lo que cuentas, fue fundamental para entender lo que es ahora URTAU."

MÓNICA - "Fue una señora que ojalá la hubieseis conocido. La gente habla mucho sobre ella, sobretodo quién tuvo la suerte de conocerla y que la recuerda siempre, porque fue alguien que lo tiró todo hacia delante. Lo dió todo. Se quedó viuda con 3 hijos a cargo. Sola. Con algo de familia, pero como casi todas las familias del Valle en algún momento, con parte de esa familia exiliada en Francia. Cuando volvió (una parte) no pudo volver toda. Así que fue una persona que se quedó bastante sola. Y ella al final tiró de todo ese carro que incluía el restaurante en verano y del "ultramarinos" (por llamarlo de alguna manera) en invierno. Ellos vivían fundamentalmente de la tienda. Hacía mucho frío y los caminos llenos de nieve hacían de esto una zona prácticamente incomunicada. Venía el comercial una vez al mes o así y te decía "A ver. ¿Qué necesitas?" y tu tenías que darle una lista de lo que querías, que con suerte, te llegaba el mes de después. Con MUCHA suerte, mejor dicho, y  si el tiempo lo permitía llegaba algo. Sino, ahí te quedabas. 

En ése momento, en la casa familiar había un pequeño cobertizo en la parte de atrás en la que tenían algo de ganado con el que tirar en los meses más flojos. Tenían el huerto para su subsistencia y un poco para el restaurante. Con eso elaboraban los platos de ser necesario. El resto de lo que necesitasen podía llegar en Marzo o en Abril (con el deshielo)."


Casa Cuartel Arties 1940
El actual local de Tauernes Urtau en Arties era la antigua Casa Cuartel de la Guardia Civil del pueblo

Entrevistador -  "Una sorpresa que fuera una mujer la que tirara de la marca en una sociedad como la de la época, ¿No?"

MÓNICA - "Bueno, no sé, igual llevas poco en el valle, pero la sociedad Aranesa es muy matriarcal."


Entrevistador -  "Como sabes, soy de Zaragoza, y aunque me interese mucho la historia hay capítulos que no quedan por escrito. Te escucho con atención, porque de esto no sabía nada."

MÓNICA - "Bueno, no sé. Es mi percepción y la de mucha gente. En la sociedad aranesa eran las mujeres las que tiraban adelante. Los hombres, de manera tradicional en el Valle trabajaban fuera todo el verano en el monte. La mujer era la que se quedaba, gestionaba el dinero y cuidaba de la casa y de las propiedades."


Rafa Tabernas Urtau
Rafa, de Tabernas Urtau, de pequeño.

Entrevistador -  "¿Cuándo  empieza a cambiar el perfil del URTAU? ¿Llegaron a convivir los trabajadores jugando a las cartas con los turistas de nieve? 

MÓNICA - "Sí, desde luego. La transición se hace de una manera al final muy natural. Porque al tiempo que llegaba gente de fuera, que al principio no eran muchos evidentemente, empezó a cambiar la sociedad del mismo valle. Ya no era el tipo de público del hombre que viene sólo 6 meses a trabajar, sino que ese señor ya se había traído a la familia. Por lo que los domingo empezamos a ver familias en los pocos restaurantes de por aquí. Luego empezamos a ver a amantes de la montaña, los puros, que venían a  disfrutar del esquí o del entorno. Así que al final, como ves, todo fue de manera muy natural, mezclándose gente del valle con gente de fuera, todo muy progresivo. Sobretodo familias, que por supuesto, al principio no sólo venían para el fin de semana por lo que costaba llegar hasta aquí, sino que se quedaban temporadas más largas y querían salir a comer de vez en cuando.

En cualquier caso no hubo ninguna sensación de que fuera algo que llegase de golpe, de manera disruptiva, y que nos obligase a adaptarnos en poco tiempo. No nos dimos ni cuenta, y poco a poco fuimos cambiando. Todo fue muy natural y muy convergente."


Entrevistador -  "A principios de siglo XXI llegan los locales de Vielha y Bossòst. Sólo hace falta ver cómo están de llenos ambos dos (sobretodo el de Vielha) cuando pasamos por delante para entender que ha sido un éxito más para vuestra historia. Sin embargo... ¿La gente sigue prefiriendo escaparse a la taberna original a Arties?"

MÓNICA - "¡Bua, pero no me preguntes eso! -se ríe- A ver, siendo sinceros, el cliente de toda la vida prefiere Arties, eso está claro. Porque al final, cuando vas a cruzar la puerta de Arties, al primero que vas a ver en la barra es a mi tío Javi. Que siempre ha estado ahí. Y al primero que vas a ver en la cocina es a mi padre Rafa, que al final, siempre ha estado en la cocina. Entonces, obviamente, el cliente que nos conoce desde hace más de 50 años, prefiere Arties. Es una gran familia. En cuanto al servicio y la comida pues evidentemente procuramos que sean idénticos, están estandarizados, pero la calidez y la acogida original e histórica, tienes que ir a Arties."


Entrevistador -  "Nos ha chivado un pajarito que este verano habéis empezado con el delivery a domicilio. Cuéntanos cómo ha evolucionado tu cliente, en cuanto a demanda, en los últimos años.
¿Era una demanda ya del cliente de siempre? ¿Está más relacionado con las nuevas generaciones de clientes? Cuéntanos."

MÓNICA - "La verdad que nosotros hace 5 o 6 años empezamos con el catering a domicilio. Pero claro: era catering. Es decir: comidas muy grandes de 40 o 50 personas que se podían reunir en casas con un servicio exclusivo. Nosotros, en esta dinámica, desplazábamos a nuestro equipo a estas casas particulares, y ahí fue donde nos dimos cuenta de que muchos clientes nos solicitaban que podíamos realizar pedidos a domicilio.

A raiz de la situación sanitaria actual nos pusimos completamente en la piel de nuestro cliente, y nos preguntamos lo siguiente: " Si yo me voy al Valle, con mi familia, e intento disfrutar al máximo de uno de los potenciales que tenemos que son los espacios al aire libre, pocas aglomeraciones etc... ¿Querré meterme en un restaurante?" Pues la verdad es que probablemente no. Si no tengo sitio en la terraza, por mucho que estemos respetando las distancias interpersonales y todas las normativas de higienización, yo, como cliente, seguramente no quiera meterme en un restaurante. Es más, si pudiera, preferiría quedarme en el confort de mi casa. Pero a la vez, estoy de vacaciones. ¿Voy a querer preparar la comida todos los días? ¿Voy a querer fregar los platos siempre? Pues de nuevo, probablemente tampoco. 

Y ahí llego nuestra decisión, en abril, de montar toda una estructura que estuviese del lado del cliente y que pudiese repartir a domicilio o favorecer la recogida en nuestros restaurantes. En ése sentido, estamos a punto de sacar una aplicación propia para que el cliente tenga la mejor experiencia posible con nosotros, disfrutando de la comida de siempre sin inconveniente ni dificultad."


Entrevistador -  "¿Y cuál es el auténtico ganador de la carta del URTAU?"

MÓNICA - "Ay, madre mía -se ríe de nuevo- pues mira, la verdad, depende de la época."


Entrevistador - "¿Te pongo en un compromiso?"

MÓNICA - "Totalmente" -se ríe


Entrevistador -  "Eso es que es divertido. Es lo que la gente quiere saber."

MÓNICA - "Francamente, como te digo, depende de la época del año. Si estamos en verano, mis grandes embajadores son las tapas. Es el tapeo, porque al final estamos donde estamos y somos quién somos y nos encanta tapear en familia o con amigos. En verano las ganadoras son las bravas, los pinchos y las carnes. Intentamos que la carne sea de mucha calidad y el cliente se da cuenta, repitiendo mucho todo lo relacionado con la brasa. Entre los más pequeños, que son los que mandan al final, son las hamburguesas caseras de URTAU, en las que nos encargamos de elaborar tanto la carne como el pan. Les chiflan.

Pero si nos vamos a invierno , nuestros reyes son la olla aranesa (cómo no) y que hacemos con la receta de mi abuela, la sopa de cebolla -cuya receta es de mi otra abuela, no la que abrió el restaurante, sino la otra- y otra vez las carnes a la brasa. Ah bueno, y los pinchos, que son los reyes todo el año." 


Entrevistador -  "¿Y también coinciden los gustos de la gente con los tuyos? O dicho de otra manera: ¿Cúales son tus platos favoritos Mónica?"

MÓNICA - "Bua, voy a quedar fatal, pero es que son las patatas bravas. Yo cuando voy a URTAU a comer no hay día que no me las coja. Aunque ahora tenemos un nuevo plato que son los canelones que están desbancando a las bravas como mis favoritos. Te lo recomiendo a ti y a todos un día que acompañe el tiempo. Ahí lo dejo."


Entrevistador -  "Pues ahora que ya sabemos tus gustos personales, nos gustaría saber también algo más de ti. ¿Cual es el momento más bonito que recuerdas después de tantos años en el valle entre bambalinas del URTAU?"

MÓNICA - "Bua, esto es... enfin. -hace una pausa- Mi momento más bonito está ligado, seguramente, a uno de los episodios más trágicos y difíciles que hemos vivido en los últimos años: las riadas de Arties.
Estas riadas me pillaron a mi fuera del valle. Como te imaginarás, me llaman a las 6 de la madrugada,e cuentan lo que ha pasado y entonces, sin pensármelo, vuelvo, estando a 5h de aquí con lo puesto.  Mejor no te digo lo que tardé, porque todavía podrían multarme. Llego al túnel, consigo que me lo dejen cruzar sin que dejen pasar a nadie, y claro, llego a Vielha y me dicen que no puedo llegar hasta Arties de ninguna manera.

Llorando no, lo siguiente. Me quería morir. -hace otra pausa-

Así que no se me ocurre nada mejor que aparcar el coche, calzarme las botas de montaña, coger un chubasquero, ir a la panadería, coger un poco de pan, metérmelo en la mochila e irme andando desde Garós (que es donde me dejan llegar).

Y cuándo llego a Arties, me encuentro a todos, pero a TODOS los vecinos ayudándonos a vaciar de escombros el restaurante. Eso para mí es el momento más bonito que he vivido en el URTAU."


Historia Tabernas Urtau
Rafa, de Tabernas Urtau, con un cliente en la puerta del bar. La del fondo es una clienta.

Entrevistador -  "Me dejas de piedra, me suponía que tal vez fuera la clásica historia de niños con los que creces juntos y tal. Bueno, supongo que también de situaciones trágicas se sacan cosas positivas. Una auténtica lástima el telón de fondo de la noticia, pero poco más puedo decir."

MÓNICA - "Pues fue, y con mucha diferencia, el momento más especial que yo haya vivido jamás por aquí. Siempre que me preguntan, lo digo".


Entrevistador -  "Y cambiando de tercio y dejando de lado un poquito este sabor amargo para terminar. ¿Cuál es tu lugar favorito del valle? El rincón dónde siempre te escapas cuando necesitas parar y desconectar."

MÓNICA - "Lo tengo clarísimo eh -se ríe-. Es un sitio que andando está lejos y no se puede acceder el coche. Bueno, los vecinos del valle tenemos unos permisos especiales para circular por montaña, así que si tienes suerte de tener a alguien con permiso y un todoterreno, sólo tardarás una horita en llegar.
Hay un carretera... Bueno. Tú sabes que está Arties y el valle de Aiguamog, que son paralelos. -Dibuja un esquema encima de la mesa con sus manos- Pues hay un punto en el que confluyen arriba, en todo lo que son las montañas de Montcasau, Solana... Que son todos los prados de Pruedo

Pues allí, que no dejas de estar casi arriba en una montaña, entre Aiguamog y el Montarto, hay un punto que es bastante llano. Te paras allí y ya está: ves todo el Valle.

Si tienes la suerte de ir a última hora, es un sitio muy muy poco transitado y es fácil encontrarte con algún ciervo por allí. De hecho, cuando oye en el coche mientras llegas a la planicie siempre salta corriendo alguno. Luego, si tienes paciencia, lo ves volver poco a poco. 

Para mí es mi sitio. Cuándo necesito desconectar voy hasta allí. Es más, en general no suele haber cobertura, así que es un punto a favor más. -Se ríe-"

Entrevistador -  "Jope, pues nada. Ahora igual ya no es tan secreto.
Bueno con esto ya terminamos: ¿Qué quieres decirle a toda la gente que te esté leyendo ahora mismo? Cuéntales lo que tu quieras: algo que tienen que hacer sí o sí, algo que visitar, tal vez alguna cosa que hacer... ¡Te escuchamos!"

MÓNICA - "Algo que tienen que hacer sí o sí es venir al Valle. Y no sólo en invierno a esquiar, o en verano a andar. Muchas veces nos olvidamos de que el otoño y la primavera en el valle son espectaculares. Osea, para mí, venir al valle, disfrutar de la naturaleza, la gastronomía... Bfff
El valle es tan rico por idioma, gente, cultura... Enfin. La gente del valle es... ¡Bueno, somos! -se corrige mientras se ríe- igual un poco cerrados. Pero es que no somos nada cerrados en realidad. Puede dar esa impresión, pero es que no lo somos para nada.

Y eso: de verdad, que vengan siempre que quieran, que aquí tendrán su casa para lo que necesiten, pero que lo disfruten en periodos de poca aglomeración. Al final esto... Mis mejores amigos (y algunos clientes) lo dicen: 'En el valle te sientes como en casa'."

Entrevistador -  "Muchas gracias por todo Mónica, nos vemos muy pronto con una cervecita en la barra del URTAU"

MÓNICA - "A vosotros"
Publicado el 04/08/2020, actualizado el

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